
Charlotte no permitió sorpresas de caer, y menos con la herencia luchística de su padre, que solo funcionó con ella la figura 4 para culminar a la Salón de la Fama, Trish Stratus, y darle fin definitivamente a su accionar, que fue despedida nada mejor que en su casa, Canadá, con su público.
Stratus gozaba de volver a la acción, esa sensación provocada por sus compatriotas aficionados en Toronto, quienes durante el inicio el fue apoyo necesario para mezclarse de buena forma con las cuerdas y mostrar a su rival la agilidad.
Pero Charlotte no permitió más, sus rudezas generaron que fuera más odiada, como una ingobernable al castigarla severamente contra la barda de protección, posteriormente darle una patada al rostro mientras se encontraba en la ceja del cuadrilátero y tener una dura caída de espaldas.
Ese duro castigo la reivindicó para llegar a su mejor momento, de vuelta sobre las cuerdas atrapó a Flair con un destrozacaras, y acciones mayores en la tercera cuerda, volvió a mostrar su agilidad con una hurracarrana para mandar a la lona a la «Reina», aunque los tres segundos todavía no llegaban.
Trish tuvo que recurrir a la sumisión, bien estudiada los movimientos de su oponente, tomó su mejor arma: la figura 4 con puente. Apretaba con fuerzas equivalentes por triunfar, pero Charlotte lo impidió.
Demostró que su llave precisamente aplicaba solamente con ella, logró revertirlo, un candado mayor forzado y con un puente más alto que lograba un dominante castigo a las piernas, hizo que Charlotte le demostrara como aplicarlo para vencer a Trish Stratus.